La pequeña estación de Treblinka
Letra: Władysław Szlengel Versión hebrea: Halina Birenbaum
Música: Yehuda Póliker
Ésta es la estación de Treblinka.
Ésta es la estación de Treblinka.
En la línea de Tluszcz a Varsovia,
desde la estación Warchau Ost,
se sale con el tren y se viaja derecho.
El viaje dura a veces
cinco horas y cuarenta y cinco minutos
y, otras veces, dura el mismo viaje
toda una vida hasta la muerte.
Y la estación es pequeñísima,
tres abetos crecen en ella,
y en un cartel común se lee:
Ésta es la estación de Treblinka.
Ésta es la estación de Treblinka.
Y ni siquiera hay boletería
ni el cargador allí se encuentra,
y ni si un millón ofreciera
conseguiría un boleto de vuelta.
Y nadie espera en la estación,
y allí nadie un pañuelo agita,
sólo el silencio colgado en el aire
en hermética desolación le recibe.
Y guarda silencio la estación
y guardan silencio los tres abetos
y guarda silencio el negro cartel
porque ésta es la estación de Treblinka.
Ésta es la estación de Treblinka.
Y sólo un cartel de publicidad
sigue colgado desde entonces
con una vieja consigna descolorada que dice:
“Sólo con gas cocinen”.
Ésta es la estación de Treblinka.
Ésta es la estación de Treblinka.